Sentiero del viandante

El Sentiero del Viandante no sigue una ruta antigua, sino que es el resultado de la unión de una serie de caminos que en la antigüedad unían las localidades de la orilla del lago de Lecco y que, a su vez, formaban parte de un sistema más amplio de caminos que unían Milán con los puertos alpinos. Su origen es incierto, pero algunos estudios lo remontarían a la época romana. Lo que sí es seguro es que era una de las dos rutas para el transporte de mercancías y personas, la segunda después del propio lago. Aunque el viaje por tierra era más incómodo y menos seguro, el camino también tenía el propósito de conectar las diversas fortificaciones que salpicaban el territorio, constituyendo un verdadero sistema defensivo.

A partir de mediados del siglo XIX se abandonó tras la construcción de los túneles de la carretera Spluga, hoy en día la carretera provincial del Lago de Como, que mejoraron notablemente el transporte.

La ruta parte de la pequeña iglesia de San Martino en el municipio de Abbadia Lariana, aunque el tramo desde Lecco se restaurará pronto. Tras pasar por las localidades de Mandello del Lario y Lierna y llegar cerca del cementerio de Varenna, la ruta original sube hacia el Val d’Esino, un desfiladero atravesado por el arroyo del mismo nombre y dominado por el monte San Defendente.

Una empinada subida conduce al pequeño y característico pueblo de Vezio, en el municipio de Perledo, donde es imprescindible la visita a su famoso castillo. Continuando la subida por el bosque y pasando por el monte Fopp se llega al pueblo de Ortanella, una pequeña aldea inmersa en el verde de las montañas en el municipio de Esino Lario. Siguiendo el camino de los prados de Ortanella se llega al centro del pueblo, conocido por el seudónimo de «perla de la Grigna».

La ruta original ahora está flanqueada por una variante menos extenuante que discurre a lo largo del lago. Al llegar a la aldea de Vezio se puede atravesar parte del municipio de Perledo y sus características aldeas: Regolo, Gittana y Cestaglia, y continuar hasta llegar al municipio de Bellano. Desde la plaza de Vezio se baja hacia el arroyo Esino, que se cruza gracias a un característico puente de piedra y, dejando el antiguo molino a la derecha, se sube hacia la zona industrial de Campallo. Desde aquí, tomando la carretera de Regolo, hay una pequeña iglesia perteneciente a la lista de los Santuarios Marianos y una vez en el centro de la aldea, se sugiere continuar por el camino que lleva a la aldea de Gittana. Al llegar a la capilla de la Maglia, se retoma la carretera asfaltada y se desciende por un camino de herradura y, dejando la espléndida iglesia parroquial a la derecha, se atraviesa el centro histórico de Gittana. Se vuelve a subir, cruzando un pequeño puente de madera sobre el arroyo Masna y, tras pasar la aldea de Cestaglia, se vuelve a bajar poco a poco hacia Bellano.

Después de cruzar el pequeño puente sobre el pequeño valle de Biosio, se baja hacia la desembocadura del Pioverna donde se encuentra Bellano; después de la pequeña capilla de la Madonna Addolorata en Rivalba, se continúa hasta cruzar el puente romano sobre el Orrido di Bellano y se llega bajo el pórtico de la iglesia de los Santos Rocco y Sebastiano al Ponte. Desde aquí se puede bajar hacia el pueblo ladeando la iglesia de los Santos Názaro y Celso y la entrada del Orrido, o continuar el paseo ganando de nuevo altura gracias a un empinado camino de herradura que bordea el espléndido cementerio monumental y continúa hasta la aldea de Ombriaco. Tras pasar por la iglesia de San Bernardino, nos dirigimos al Santuario de Lezzeno, desde cuya terraza panorámica podemos admirar una espléndida vista del centro y de la parte superior del lago. Desde aquí se inicia el descenso por el bosque hacia las aldeas de Pendaglio y Oro para tomar el camino de tierra que lleva a la aldea de Verginate, desde donde se pueden admirar encantadoras puestas de sol sobre el lago.

El itinerario continúa primero por la carretera provincial y luego toma el camino de herradura a la derecha que atraviesa prados y caseríos hasta llegar al territorio de Dorio. A continuación, hay una ligera pendiente hasta Torchiedo y Panico, donde se puede admirar la iglesia de San Giorgio, antigua parroquia de Dorio. La ruta vuelve a subir hacia Mandonìco, un característico aglomerado de casas abandonadas de piedra tosca local. El camino de herradura atraviesa la costa para llegar a la pequeña iglesia de San Rocco, situada en un promontorio con una vista panorámica del lago y de la península de Piona. El camino hace una curva hacia el noreste con vistas al pequeño lago de la Abbazia di Piona, rodeando los contrafuertes de Legnoncino. Entre los bosques se llega al Monte Perdonasco y, pasando por el Val di Noh, se llega al Monte Sparesee. Desde aquí, a través de un camino de tierra en un entorno salvaje, se llega a un camino campestre que desciende con rápidas curvas hasta Posallo di Colico. Se continúa hasta Piantedo, donde la ruta original termina cerca del Santuario de la Madonna di Val Pozzo.